La muerte de los medios convencionales

Los medios convencionales han muerto, la Web los mató.

Simple, sin misericordia y directo al corazón, un disparo apenas escuchado pero efectivo. Es cierto, los medios convencionales han muerto, al menos como los conocíamos.
La entrada de internet a nuestras vidas supuso un cambio cultural y económico mayor, su incipiente llegada hace varios años, empezó a influir de manera significativa en nuestras vidas, de forma que hoy si no estás «conectado» simple y sencillamente puedes pasar por un fantasma.
Las nuevas generaciones hacen uso de las plataformas digitales y online de manera casi automática, no quieren ver la TV o escuchar la radio como nosotros estábamos acostumbrados, bueno, ni siquiera contestar un teléfono – ¿para qué si puedo «textearlo»?-. Esto afecta a todos los jugadores del medio anunciantes, creativos, agencias, etc. Hay que evolucionar o morir en el intento.
Hoy en día ya no es vital tener una «comunicación 360» para ser exitosos, por muy creativa que esta sea si deja fuera las plataformas web, simple y sencillamente pasará como algo parte del paisaje, los medios digitales llegaron para ser la estructura principal del plan de comunicación, ya sea para establecer el mensaje o en dado caso para continuarlo y crear una relación cercana con el consumidor.
No quiero decir que dentro de unos años no vayan a existir las revistas, la TV, el radio o incluso los periódicos (aunque algunos en su momento se declararon en bancarrota), sino que a mi juicio,  van a desaparecer como los conocemos, tendrán que subirse todos a las plataformas digitales, web, mobile y social network que ahora forman parte intrínseca de nuestras vidas.
Particularmente la TV está evolucionando, moviéndose más allá del tradicional spot de 20s y 30s, a otros como  cortinillas, infomerciales, publicidad dual, news-advertising (formato tipo noticias que incluye publicidad), product placement, todo en aras de evitar el zapping y no irritar al target, pero qué pasará más adelante, se quedarán como generadores de contenido y sucumbirán ante las plataformas como Netflix donde hoy puedo ver ¿lo que quiero cuando quiero y como quiero?. Es imposible predecir exactamente lo que pasará pero las señales podemos verlas hoy en día…

¿Usted ve TV o más bien llega a «conectarse»?

¿Qué hace mientras «ve» la TV?

Esos son los desafíos que las grandes cadenas tienen que abordar si no quieren, como lo mencioné antes, morir en el intento.

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